22 febrero 2007

Epitafios


Aquí yace el cuerpo de B. Franklin, Impresor. Como las tapas de un libro viejo, su contenido arrancado y despojado de sus títulos y adornos. Mas la obra no se perderá; pues como creyó, aparecerá de nuevo en una edición nueva y más elegante, corregida y mejorada por el Autor.

[Epitafio que Benjamin Franklin escribió para sí mismo en 1728 (cuando contaba con apenas 22 años y faltaban todavía 62 para que falleciera). La traducción es de Emilio Pascual, y aparece en la sección "Bibliotecas Imaginarias" de la revista CLIJ (número 199). En realidad, en la lápida de Ben Franklin, que podéis ver en la foto, solo pone "Benjamin y Deborah Franklin".]

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